Todos hemos
oído hablar y leído mucho sobre los efectos psicológicos que el color produce
en nosotros. Su impacto en nuestro estado de ánimo y en nuestro estado físico
es algo palpable.
Es importante
conocer el efecto que los colores pueden producir en nuestro estado físico (o
en las personas que van a habitar en la estancia a decorar), esto facilitara en
gran medida la elección de un color para este espacio. Tienes que tener claro
que cada individuo es diferente y lo que un color como el azul cielo por
ejemplo, a unas personas les puede parecer relajante y sin embargo a otras
puede irritarles. Aun así hay una serie de pautas que quitando excepciones, suelen
cumplirse en el estado de ánimo que nos producen determinados colores.
También será
importante que tengas encuentra los efectos que producirán ciertos colores en
nuestro carácter, evitándolos si fuera necesario aunque nos guste mucho esa
gama de color. Por ejemplo evitaremos los rojos en los dormitorios si eres una
persona muy inquieta que te cuesta conciliar el sueño, ya que este provocara el
efecto contrario al que desearías, que sería estar en una estancia donde puedas
relajarte y desconectar de tus ansiedades.
Otro dato
curioso a tener en cuenta es que influye la parte del mundo donde vives, ya que
estamos acostumbrados a una tendencia determinada de cada país y esta influye
en los gustos de cada persona. Cada país tiene su propia interpretación de los
colores que viene dada por sus paisajes, su clima o sus costumbres.
Otro factor
que posiblemente desconocemos que influye en nuestra preferencia hacia los
colores es la comida. Por ejemplo, si eres un amante de las carnes tendrás
inclinación por los tonos marrones, anaranjados y verdes, mientras que si eres
un apasionado de las frutas los colores primarios vivos serán tu debilidad. Reflexiona
sobre esta posibilidad y determina hasta qué punto este aspecto influye en ti.
Piensa en
estos datos y en el próximo post hablaremos sobre cómo combinar los colores en
una estancia para que predomine la armonía.
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